... y yo quiero amarte como nunca he amado, amarte
en el más fiel romanticismo alado, con un placentero y sabio fulgor encantado
como el de todas las estrellas que son testigos de tan grande frenesí, durante
el plenilunio de la bella e inmensa
noche y después, llegado el alba, muy atento y servicial colmar todo tu día y
majestad con cestas de frutas, flores y besos permanecer galante a tu lado,
demostrarte con todo el alma como puede amar un cálido corazón tan de tí
enamorado.
MILMAYOS
MILMAYOS