Vivo
a plenitud la noble ensoñación de siempre pensarla y hasta homenajearla
hermosamente como nunca antes lo había vivido, entregándote dulces caricias
mientras los besos, sintiendo muy juntos los dos del amor el dulce embeleso con
gratos presentes hechos de perfumadas rosas blancas y rojas de muy líricos
versos, significativos detalles siempre impregnados de romántico estilo, con un
amor que por fiel, cálido y eterno no le teme al tiempo ni a los siglos, que
pronuncia tu nombre de frente al día o noche con mil y un suspiros.
MILMAYOS