Mujer:
Admiro
tanto tu dulce y apacible humanidad, tu impecable belleza e infinita gentileza.
Adoro
tanto tu absoluta franqueza, tu muy serena devoción y tu porte de princesa.
Admiro
tanto tu efervescente majestad, tu dulzura, tu serenidad y tu humanidad
inmensa.
Adoro
tanta tu incansable estirpe de saber sonreír y expresar con dulzura tu
espiritual riqueza.
Admiro
esos ojos tuyos que ausculta al mundo anhelando la justicia y paz de todo el
planeta.
Adoro
tu aura de denodada afinidad por los milagros del amor y por los versos que
escribimos los dos.
Mi
corazón me hace amarte a cada momento, en cada serenidad, en cada romántico
latido de mi tiempo.
Milmayos
Derechos
Reservados
2022
Venezuela