Mientras bailamos
inmensos los hondos efluvios
sentimentales de las
canciones de Pastor López
pensamos que el mundo
nos pertenece a los dos,
gracias a quien siempre
canta lo puro del amor,
canciones emocionadas y
de enamorada pasión,
que hacen fluir magia y
romanticismo, sin topes,
destino de todos los
corazones y grandes amores,
dispuestos a amar
impregnados de inmortalidad,
en la bondad de los
pueblos lejos o cerca del mar.
MILMAYOS