Tú
vives en mi gran amor, ese que expresa solo por ti, hasta en su último aliento
toda una montaña gigante de anhelos y nobles querencias, amor sembrado en lo
profundo del alma con empecinado ahínco, amor tan pleno de besos para siempre,
con maravilloso afán nunca socavado; amor firme y entusiasta, el cual embarga
toda mis ansias, jardín con una brisa poblada de pétalos de rosa cuyo perfume
apasionado su magia enamorada esparce, matiz romántico de pasión exacerbada,
ahínco de un amor valiente e inmarchitable, cuyo sentimientos a viva voz, sin
frontera, declara. Eterno corazón sembrado de la rotunda admiración que un
hombre siente por una mujer, energía del amor nunca extinguida, sino más bien,
ganada.
MILMAYOS