Si
algunas vez
fuí
un experto en amores,
lo
aprendí
de
tus ojos soñadores;
y
si alguna vez
escribí
sobre la "paz" o lo "bueno",
lo
aprendí
por
tí, sin en el mundo verlo;
si
alguna vez
fui
de tu pasión el dueño,
nunca
desmaye
muy
buen amante el empeño;
si
alguna vez amé
y
devocioné como a nadie tu ser,
lo
hice para siempre
por
tu especial amor, mujer.
MILMAYOS