Te amo y
es para ti de agua bendita mi querencia, una mezcla de caricias, pasión y del fervor a lo puro del amor y sus reminiscencias, tú en mi vida lo abarcas todo,
hasta lo que ignora mi conciencia. Eres un universo humanista en
expansión plena de luz, de bellas flores y de felicidad inmensa.
Tu mirada me sabe a Grecia y a hierbabuena es toda un arte de
bondad que refleja, a todas luces, tu alma serena. Sin ella, mi vida ya no
aprecia lo más hermoso que me rodea pues, se queda sin los
matices sensibles de tu hermosa presencia, amiga bendecida de
la primavera siempre florecida y excelsa.
MILMAYOS