Mujer:
En esta misiva de amor inmenso te expreso con perenne asiduidad los más
románticos motivos que dan lugar a los más diversos matices de todo este
inmenso amor que no conoce, ni conocerá nunca, jamás, el desconsuelo ruin del
adiós.
Hago explícito así, el prodigio inmenso, por qué sin amarte me siento al margen
de la más insigne felicidad, amor hecho para amarte, amor que no se desvanece y
que define el colosal sosiego enfervorecido del más grande frenesí habido en
este mundo.
Nadie proporciona a mi vida los besos de la más dulce miel, ese placer tan
irreductible, solo tú la protagonista de este idilio, nadie canta a la alborada
toda la inspiración que vive majestuosa con el trinar paciente del más
incomparable y atento lirismo, solo tú.
Nadie vive en mi vida, de la forma más versátil y sentimental, solo tú con un
amor único y natural. Nacido afable en la emotividad para siempre atenta de
nuestros corazones: habitantes dichosos somos de este paraíso, habitantes
orgullosos de este singular universo, amor hecho para reinar por los siglos de
los siglos, amor invicto de los dos.
Nadie es capaz de adentrarse en él, solo tú y yo y hacer de lo nuestro una
fragua de calor inseparable avivado por nuestras almas. Entre ambos existe la
más infinita pasión, como no lo ha habido antes, un amor que pincela de arte el
azul del cielo y de bohío, un cálido edén frente al mar, con el anhelo más
sincero.
Milmayos
Derechos Reservados
2022
Venezuela