viernes, 19 de junio de 2020

Jardín de bellas horas


Mujer:
Recuerdo tu preciosidad tan delicada, los sesenta minutos de las horas, tus acordes inigualables, en la quietud de las olas.
Eres manantial que surte de agua fresca toda la sed de mi Ser. El afán de cada día, se vuelve clara magia, solo por  Usted.
Vives muy linda en mi romántico estar. Tu presencia me enamora, más que nunca, con la anuencia infinita de la dicha, sin demora.
Nada en el mundo se le parece, ninguna exactitud es como la suya, ninguna alborada pasa desapercibida, gracias a su belleza, mujer.
Aunque la paz en el mundo, la guerra incesante devora, tú vives en mi paz, salvaguardada por la ternura de un jardín de bellas rosas.
Nada te hace olvidar el mar de caricias, que en los amorosos besos, le obsequia con denuedo toda mi alma y el amor de mi Ser.
Tuyo,
Milmayos

¡Qué hice para merecerte!!!

  Mujer: ¡Qué hice para merecerte, si todo lo que he hecho ha sido para regocijarte con el más intenso amor desenfrenado y febricitante un...