sábado, 4 de julio de 2015

La estela de tu voz

¡Gracias por existir tan excelsamente preciosura de mujer!, ángel alado de la vida, tesoro bendecido de dulcedumbre y de Dios, ¡Tú estás en el bien de todas las cosas y de los seres hermosos de este mundo!, nada existe con regia hermosura si no es mirado por tus ojos que exhalan la música de afinadas guitarras y de encanto, mujer. Mi alma endulzada por la estela tan esplendida de dulce voz, entre adoquines poblados de afabilidad enamorada siempre te admira y te requiere de forma apasionada con el ahínco entusiasta de mi ser.
Quisiera en un eternecido gesto romántico pasearte en góndola por la Venecia del más profundo amor y darte los más dulces besos para tu piel en flor, mi bien. Amarnos en noches de amor verdadero e infinito, en la balada silente de un plenilunio radiante solo tú y yo.
Pueda así mientras observo esta rosa que tanto me recuerda tu perfumada esencia, hacer mis sueños expresa e inmensa realidad y por consiguiente tu fragancia perennizada y poética, muy esmerada, sincera y llena de inmarchitable amor para siempre merecer.
MILMAYOS





¡Qué hice para merecerte!!!

  Mujer: ¡Qué hice para merecerte, si todo lo que he hecho ha sido para regocijarte con el más intenso amor desenfrenado y febricitante un...