Mujer
excelsa y anhelada, eres el jardín azul de mi cielo, ... ¡Cielo tú sabes que
tanto te quiero!, que nada para mí es tan sublime y sincero, como los besos del
amor que te doy desde mis más apasionados sueños.
Vivo
lleno del fervor romántico que nace de lo febricitante y hondo de mi alma y de
la pasión que hay en el Edén desde donde te dedico, a cada instante, todos
ellos.
Vivo
romántico el fervor, mágico efluvio del amor surtidor de lo dulce y extasiado
desde donde nacen a raudales siempre, siempre todos mis empeños.
Besos,
que se llevan para siempre en la piel y que no se olvidan portadores dichosos
de una infinita humanidad de perennes afectos y de la magnitud muy amorosa de
todos mis senderos, siempre en el calor de mis sentidos versos te expresaré con
muy noble afán la real ensoñación de todos mis anhelos.
MILMAYOS