Mis palabras están habitadas,
por la majestad de este cariño,
porque en tu bondad vive alada,
las dulces sonrisas de los niños,
la música que siempre es dada,
por la perennidad de los ríos,
las alegrías cuando recuerdo:
¡eres lo más bello que he tenido!,
porque vives llena de nobleza,
en mi corazón llevo tus latidos,
mecidos por la más suave brisa,
que en los jardines haya existido.
Milmayos