Siempre
o casi siempre en cada hermosura, mujer hay un elogios a tu ternura, una
valentía inconmensurable tan dulce que no es otra cosa que el encanto único de
una inmarchitable flor reproduciendo el sutil encanto de lo más hermoso y
diligente del amor.
Eres
con ese lenguaje tan tuyo, majestad y gentileza mujer, la expresión más vívida
y bella de la Creación, eres el justo salero de la vida y de la pasión, cuando
faltas tú, falta la más plena y sensible emoción, le falta primavera a este
mundo, y a mi oasis el sol.
MILMAYOS