Mi
alma llora lluvia de pétalos de rojas rosas en tu rosal, porque no sabe en
dónde tu esplendido Ser hoy está, mis cálidos besos no se cansan de buscar,
recuerda fuiste tú la que me enseñó con pronunciado lirismo a besar, aprendí a
pasar toda el día en ese hermoso, delicioso y acompasado trajinar, era todo un
regalo de la vida, todo un sueño hecho realidad, el poder pasármela a tu lado y
el poderte así besar, momentos inolvidable que nunca se han de terminar, porque
por buen designio de la vida, el amor en su grandeza y romanticismo nos enseñó
a amar.
MILMAYOS