Mi gran añoranza de tí es única como la naturaleza
sin par de una rosa. Esta noche, gracias a tu radiante presencia, la bóveda del
cielo tiene un hermoso fulgor del amor en todas las estrellas, me movilizo
buscándote con toda mi fiel pasión
como una atmósfera ligera dirigida hacia tu piel que luce tan esplendida,
también me acompaña la mirada de la luna con matices del dulzor de su alma
amorosa y buena, a poca distancia, la magia romántica de un lucero azul,
viajero del oriente, el cual se asoma curioso y te descubre la mujer más
anhelada y bella.
MILMAYOS
MILMAYOS