Dulce
amada:
Siempre
estás en lo profundo de mi alma y en la flama resplandeciente de mi enamorado
corazón, siempre plena como una imborrable y muy romántica canción, siempre
inmensa en el fuego ardiente de esta inextinguible e incansable pasión, siempre inspirando
con tu perfume al claro sol, en la plenitud de los días y a la luz del romanticismo tórrido de la luna, en la nocturnidad serena de la más
armoniosa y serena unión. Mujer, impostergablemente, eres y serás mi inseparable e irrepetible, ... gran
amor.
Tuyo, hasta más allá de la perennidad que tiene el amor.
MILMAYOS