Cuando
por ti se embelesa mi alma y reflexivamente desde muy adentro de mí, el amor te
mira ensimismado por una inquieta verdad desde todo mi ser, observando con
atención tu dulce majestad debido a tu presencia tan linda, me envuelve
entonces una dicha inmensa por la magia de una ensoñación tan infinita, ¡Guao, que acierto que Dios bendito te haya
hecho tan bonita!!!
MILMAYOS