Vives apacible y hermosa en mi ser, como la canción
de un ruiseñor en la vera de un ciprés, nada perturba tu vida desde el ayer,
era triste y ahora bella y altiva como una perfumada flor, mujer
… ya nada viene a perturbarte desde el ayer, ya eres
rosa perfumada y altiva en la rotundidad de mi ser, es y será así gracias al
milagro que vive en el amor y en tu especial bondad, mujer
MILMAYOS