lunes, 25 de mayo de 2015

Humanidad de nunca apurados besos

En tu inmensa sensibilidad tan llena de gratos y entrañables motivos, nace una inminente humanidad de nunca apurados besos, nacidos de cuando nuestros esmeros se juntan y siempre desde la más noble ternura te deseo lo mejor, momentos de inolvidable naturaleza, instantes que por amor nos acaricia el cielo y permite que la tersura de tu ser nos impregna de dulzura de tu alma buena a los dos.
Eres hecha de mil perfumados pétalos, como las que hacen majestuosa y única a una romántica flor, siempre inmensa de ansías maravillosas de una saludable compresión con la que se abriga tibiamente tu mirada, tan profunda y buena como una bendición de Dios.

MILMAYOS

¡Qué hice para merecerte!!!

  Mujer: ¡Qué hice para merecerte, si todo lo que he hecho ha sido para regocijarte con el más intenso amor desenfrenado y febricitante un...