Nadie se cansa de mirarte, cuando la gente te ve,
tan mágica, tan dueña de tí misma y plena de "majestad y ternura",
atraes hermosamente su mirada. Todos los seres del mundo quisieran ver a
alguien tan única e irrepetible como Usted desde Buenos Aires hasta Belén.
Eres de esa maravillosa estirpe tan humana y hermosamente pura, solo tú restaura la in-medible belleza de la naturaleza en un santiamén, hay un ángel de amabilidad inmensa en tu paz y tu cadencia, llena de una bondad que su infinita afabilidad aumenta.
Nada supera "El poder de la benevolencia" como Usted tan sabiamente la ve, princesa que cuida de los astros y le pone rosas rojas y perfumadas a la luna, pareces un poema de Pablo Neruda que va por el viento simulando la movilidad esperanzada de un tren, que me acerca y otras veces me aleja de tu necesaria e inolvidable dulzura, mujer.
MILMAYOSEres de esa maravillosa estirpe tan humana y hermosamente pura, solo tú restaura la in-medible belleza de la naturaleza en un santiamén, hay un ángel de amabilidad inmensa en tu paz y tu cadencia, llena de una bondad que su infinita afabilidad aumenta.
Nada supera "El poder de la benevolencia" como Usted tan sabiamente la ve, princesa que cuida de los astros y le pone rosas rojas y perfumadas a la luna, pareces un poema de Pablo Neruda que va por el viento simulando la movilidad esperanzada de un tren, que me acerca y otras veces me aleja de tu necesaria e inolvidable dulzura, mujer.