Palabras para un hermano.

... no serás en ningún momento una carga, ya que venimos del mismo vientre, los dos fuimos formados para vivir los momentos felices y situaciones difíciles, afrontando cualquier problema sin desesperar, sin rehuirlo con la voluntad de mediar para mejorar sus consecuencias y de buscarle su solución al dialogar y transigir con postura serena y reflexivas nunca yendo a la improvisación, recuerda si podemos resolver cualquier inconveniente por difícil que parezca, sin agarrar "tú por un lado y yo por el otro", juntos removeremos los obstáculos. Escucha, en ningún momento, no des todo por perdido.

... juntos en familia generaremos la fuerza, el ímpetu y la alquimia optimista de un pescador de ilusiones, el cual abre paso, apartando todo tipo de desavenencia incorporándose una y otra vez en su loable tarea de darle vida a lo que busca rompiendo inercias, rompiendo las anclas, poniéndose en marcha una y otra vez, así con ese ahínco estaremos siempre haciendo puentes sobre enorme brechas, derribando muros, levantando sueños a la altura de los cielos con la convicción activa, así encontraremos el más esperanzador horizonte con nuestras afanes y esmeros, ...

... haciendo de las más encomiables utopías, la más rotunda realidad y de nosotros sus auténticos dueños, cambiando la desesperanza por guitarras llenas de versos que le canten a la superación y a la mañana que nos trae el alba, abrazando la causa por Dios, por nosotros y por la humanidad, gracias a los buenos auspicios que nos obsequian los parabienes de nuestra eterna e inmarchitable hermandad.

MILMAYOS