Mujer
tan llena de detalles primorosos como de una obra inmortal del romanticismo
pincelado de Edouard Manet, de belleza tan infinitamente pura, te descubro más
y más para siempre inmerso en esta admiración tan apasionada, por lo que late
una hermosa rosa en mi pecho, la cual apaga todo lo gris, ... lleno de la más
enternecida y profunda dulzura, en cada sincera caricia que con sublimes versos
te he dado, es y será totalmente poblado de suspiros este inmenso y gran amor
por tí.
MILMAYOS
Te quiero suave como el rose de una rosa, dulce como almibar de la miel, sutil al calor de tus palabras, ardiente como braza del carbon, inocente ante mi piel esperando solo a ti para preceder el querer, intenso como quien cree se le escapa su querer.
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