Tú has oído su canto
seguro que sí,
has sentido su hondo dolor,
su dondoneo tritezcos,
su ademán silencioso,
su pundonor apagado.
Todo por tanto trabajar,
sin ser avaricioso,
sin ser avaricioso,
siempre y siempre
en su campo que tanto
en su campo que tanto
lo vio sufrir y producir,
ahora, el mundo se ha hecho
sobre sus tiernas y huesudas
espaldas, sus pasos son un
fuerte sonido melancólico
producido por sus desgatados pasos
y el arcilloso suelo que pisa.
ante la mucha gente
que con desdén
y desprecio le mira.
MILMAYOS
EXCELENTE!!! ES ASI MILMAYOS TAL COMO LO HAS DESCRITO Y LO PUEDO VER A TRAVES DE TU PLUMA QUE CON DESLUMBRANTE ESTILO LO HAS DIBUJADO...GRACIAS
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