miércoles, 10 de noviembre de 2010

La ausente

  Mil días
tal vez más han pasado,
y  en tu refugio no has
 parado casi
lo que comprueba que
 el tiempo lo tiene bien
 ocupado y eso es bueno.
He querido venirte
a ver para
reafirmarte
con mi amor,
 el pacto de amor
nuestro,  
Este amor casi penitente
ya es una cruz
del tamaño de este
pueblo de trecientas calles
y mil seiscientas casas todas llenas
con la gente que trabaja, sufre y ama...
Pero una sola casa  siempre está vacía
la tuya, mi bien, la tuya.
A que pueblo mudaste tu casa
y a que casa mudastes tu alegría.
Con que alegría se guarda tu cara
tu carita de miel, flor y famtasía.
No te encuentro en tu casa
ya nada es lo que sería
Una familia inmensa, un reinado
en un palacio único
en este pueblo de amor y trabajo
pero que sin tí se traduce en ironía
sin tu inigualable presencía.

milmayos

2 comentarios:

  1. sinceramente milmayos admiro tu dedicación y esmero con que has plasmado tus sentimientos con pluma y tintero...

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  2. Un poema triste y melancólico,con mucho amor en busca de la amada que ha partido,.....muy dulce que sensibiliza el corazón pensando en los amores perdidos y valorando al amor presente,muy bonito,Milmayos.......

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