miércoles, 10 de noviembre de 2010

Mala ocurrencia


Tan solo a mi se me ocurrió
 sentenciar ese amor como un embuste,
si me era dado a chorros todos los días.
con sutil delicadeza y  sazonado con su
 dulce  piel de cereza, con todos los
 trópicos sembrados  en el arcoiris de sus
 ojos, con todos los rugidos de una 
dulce selva que habita en la  cabellera
 negra incrustadas con tanta inmensidad.
 Era su voz de arrullos y cristales y
boca de manzana la que agitaba
 el amor de las plantas y los animales.
Ella tenía  aroma a exótica mujer ,
y la voluntad de rocas brillantes que
 robaba  a la noche su intensidad 
desnudándola de sus encantos
 devolviéndoselos  tan solo cuando
 inocente movía tus párpados,
 mi ánimo saturadode bondad
 sentenciaba  casi sin poderlo
 evitar que la  perdería si
 dejaba de tratarla con dulce
 amistad casta  pero me equivoqué.
Ella quería mi amor y yo no  la supé
comprender, pensó que nunca sería
para ella mi corazón y me dijo adiós.
  Ningún amor para ser
 insigne como el suyo por el mío.
Ramillete de cielo,
luz de explosión inimaginable.
El tiempo que quieras que te esperes.
Desde donde quiera que te hallé
esperándote estaré
ya sin mi ceguera y

y si  mi antiguo temor a perderla, 
sin tenerla.
MILMAYOS

1 comentario:

  1. EXQUISITO, ESPLENDIDO ,EXCELENTE ME QUEDO SIN PALABRAS PARA DESCRIBIR TAN MAGESTUOSA POESIA,ESTA TU FIEL LECTORA MILMAYOS CON INMENSA ADMIRACIÓN TE HACE ENTREGA DE UNA EFUSIVA FELICITACIÓN...

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Tus comentarios son bendiciones para mi ...

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